En la última década, hemos sido testigos de avances tecnológicos asombrosos en una variedad de industrias, y la industria de los colchones no ha sido una excepción.
Pero, ¿cómo la tecnología en colchones ha cambiado en la última década? Lo exploramos a continuación.
Materiales de colchones de última generación
Uno de los cambios más notables de la última década ha sido la evolución de los materiales utilizados para fabricar los colchones. Los colchones de muelles tradicionales han sido sustituidos por opciones más avanzadas y personalizables. Los viscoelásticos, también conocidos como espuma con memoria, se han vuelto populares debido a su capacidad para adaptarse a los contornos del cuerpo. Esto reduce los puntos de presión y garantiza una mayor comodidad.
Además, los colchones de látex se están volviendo cada vez más populares debido a su durabilidad, resistencia a los ácaros del polvo y las alergias, y su capacidad para mantener temperaturas más frescas mientras duerme. Los colchones híbridos, que combinan diferentes materiales, también han demostrado ser una opción versátil que combina varias fortalezas.
Tecnología de enfriamiento
Uno de los desafíos más comunes durante el sueño es mantener una temperatura corporal confortable. Los avances en la tecnología de colchones han solucionado este problema incorporando sistemas de refrigeración. Algunos colchones cuentan con una capa de gel o material de cambio de fase que ayuda a regular la temperatura y a mantener fresco a quien duerme durante toda la noche.
Además, algunos colchones inteligentes utilizan tecnología de enfriamiento activo. Estos colchones pueden ajustar la temperatura en tiempo real, lo que es especialmente beneficioso para las personas que duermen con parejas que tienen diferentes preferencias de temperatura.
Colchones inteligentes
La era de la tecnología inteligente también ha llegado a los colchones. Los colchones inteligentes ofrecen seguimiento del sueño y comodidad personalizada. Algunos de estos también tienen sensores que monitorean nuestro sueño. Esta información se envía a una aplicación móvil para que los usuarios puedan realizar un seguimiento y ajustar sus hábitos en consecuencia. Los sensores pueden medir:
- Calidad del sueño: Los sensores registran el sueño ligero, los ciclos del profundo y las interrupciones del sueño. Esto proporciona una descripción detallada de la calidad general del sueño del usuario.
- Frecuencia cardíaca: Algunos colchones inteligentes tienen sensores que monitorean tu frecuencia cardíaca durante toda la noche. Esto ayuda a detectar problemas de salud como arritmias y fluctuaciones anormales del ritmo cardíaco.
- Respiración: Monitorear la respiración puede ayudar a detectar problemas respiratorios durante el sueño, como apnea del sueño o ronquidos fuertes.
- Movimientos corporales: El sensor también registra patrones de movimiento, lo que puede ayudar a evaluar la inquietud mientras dormimos.
- Posición: Algunos pueden tener la opción de saber en qué posiciones has dormido y evaluar el nivel de comodidad de cada una. Esto te servirá para poder evitar dormirte en posturas que puedan provocarte algún daño físico durante la noche.
Además, algunos colchones inteligentes ofrecen opciones de ajuste de firmeza y ángulo. Esto nos permite personalizar el ángulo del colchón para lograr la mejor posición para dormir, lo cual es beneficioso para las personas con apnea del sueño o reflujo ácido.
Colchones ajustables
Los colchones ajustables no son nuevos, pero han logrado importantes avances tecnológicos durante la última década. Estos colchones permiten a los usuarios ajustar la inclinación y la firmeza de la cama, reduciendo las molestias, aumentando la comodidad y facilitando la lectura o el trabajo en la cama.
La tecnología hace que los controles ajustables del colchón sean más intuitivos y fáciles de usar. Algunos modelos también cuentan con un control remoto inalámbrico o una aplicación móvil que permite a los usuarios personalizar fácilmente las preferencias de sueño.
Colchones ecológicos
Este tipo de colchones están en auge desde hace unos años. Están fabricados con materiales sostenibles para el medio ambiente. Evitan el uso de los productos químicos que pueden utilizar otro tipo de colchones, ya que usan únicamente materiales naturales. Los materiales más utilizados son el látex orgánico, la lana o el algodón orgánico.
Para asegurarte de que el colchón que compras es ecológico (también se le puede llamar sostenible o natural) fíjate si viene con las certificaciones ecológicas pertinentes. Esto te dará la seguridad de que lo que estás comprando es real y no te están intentando vender un tipo de colchón que no es, ya que al ser más caros, podría haber errores. Depende el material con el que esté fabricado tendrá unas características u otras, pero os dejamos unas lista de los beneficios que aportan los materiales más usados para los colchones ecológicos:
- Látex orgánico: Su principal característica es la durabilidad. También el cómo se adapta el colchón al cuerpo es una de las cosas que lo hace especial. Es perfecto para las personas alérgicas.
- Lana: Aísla y mantiene la temperatura. Durante el invierno conseguirás llegar a la temperatura ideal en poco tiempo y la mantendrá. También aísla muy bien de la humedad por lo que será más difícil que se produzca moho.
- Algodón orgánico: De la misma forma que la lana es perfecta para el invierno, el algodón orgánico lo es para el verano. Su transpiración y circulación del aire permite mantener una temperatura adecuada y evitar sudores.
Esto es tan solo una pequeña demostración del avance de los colchones en la última década. Sin lugar a dudas, muchos de nosotros necesitamos priorizar el sueño, ya que descansamos menos de lo recomendado. Un buen colchón nos evitaría muchos problemas tanto físicos (dolores de espalda, lumbar, articulaciones, etc.) como mentales (estrés, ansiedad, insomnio, etc.) por lo que este avance tecnológico ha sido y está siendo vital para nuestro día a día.