El impacto de un colchón viejo en tu calidad de sueño

El descanso es esencial para nuestra rutina diaria. Si no descansamos bien, podemos experimentar efectos negativos al día siguiente y, en el caso de que se prolongue, puede acabar propiciando en un problema severo o crónico.

Renovarlo es una tarea importante para nuestro descanso y para nuestra salud, por lo que siempre es importante saber cuándo es el momento de poner punto y final a nuestro viejo colchón.

Riesgos al usar un colchón viejo

Molestias corporales

Con el tiempo los colchones pierden el soporte que nos proporciona un buen descanso, esta pérdida puede acabar en malas posturas al dormir o en un mal apoyo de la columna vertebral. Suficiente para sentir molestias o dolor al día siguiente.

Los dolores más comunes son:

  • Dolor de espalda: especialmente en la parte baja, provocando dificultad para moverse y agacharse durante, al menos, los dos días siguientes.
  • Dolor de hombros y cuello: al no proporcionar soporte para estas zonas pueden oprimirse y provocar molestias. Para evitar el dolor de cuello también es importante dormir con un cojín no muy antiguo y de buena calidad.
  • Dolor de las articulaciones: debido a la falta de amortiguación del colchón se pueden resentir las articulaciones. Las que más sufren son las rodillas, caderas y hombros. Este es un problema más difícil de prever pero de suma importancia para nuestro bienestar.
  • Hormigueo: la falta de soporte uniforme de un colchón antiguo puede restringir el flujo sanguíneo y presionar algunos nervios. Esto puede acabar provocando en un hormigueo o entumecimiento en las manos que, a la larga, puede ser perjudicial para la salud.

Disminución de la calidad del sueño

La falta de soporte y comodidad de un colchón viejo puede llevar a interrupciones en el sueño y despertares frecuentes. Esto puede resultar en una mala calidad del sueño y fatiga crónica. Un colchón desgastado puede desarrollar hundimientos, bultos y chirridos que causan despertares durante la noche, interrumpe el ciclo de sueño y hace que sea difícil entrar en las etapas más profundas del sueño.

Además, la incomodidad y las interrupciones mientras dormimos causadas por un colchón viejo pueden contribuir al insomnio, lo que hace que sea difícil permanecer dormidos.

Si tienes problemas con tu calidad del sueño y quieres dormir mejor, puedes preguntar por algunos consejos para mejorar esta situación o visitar un especialista.

Alergias

Debido al paso del tiempo, en los colchones antiguos se pueden acumular ácaros o polvo. Esto puede acabar en una alergia para la persona que duerme en ese colchón. Por eso, también es importante una buena limpieza y cuidado de nuestro colchón o usar fundas hipoalergénicas.

chica con alergias

Estos son algunas de las plagas que se pueden llegar a hospedar en nuestra cama:

  • Ácaros del polvo: Son los más comunes, se alimentan de las escamas de piel de las personas o de los animales y son una de las principales fuentes de alergia en el hogar.
  • Moho: Se crea debido a la sudoración y la falta de transpiración. El problema del moho viene de las esporas que suelta, que pueden causarnos un problema de respiración. Por eso, si ves que a tu colchón le salen signos de moho, deberás cambiarlo.
  • Alérgenos y partículas: En las camas también se pueden hospedar otros tipos de alérgenos provenientes del polvo o de los animales. Debemos intentar mantener siempre limpio nuestro colchón y hogar para reducir el riesgo de alergia.
  • Ácaros de la cama: Los ácaros de la cama son parecidos a los del polvo. Estos se alimentan de las células muertas de nuestro cuerpo, en este caso nos pican y esto puede provocarnos irritación. En Dormidán contamos con rellenos nórdicos antiácaros para evitar estos problemas.

Es importante mantener un ambiente de sueño limpio y bien ventilado para minimizar la acumulación de alérgenos y la proliferación de microorganismos no deseados en el colchón.

Chinches

Algo parecido al punto anterior. Los colchones pueden ser los lugares perfectos para que chinches o plagas se hospeden. No queremos que nuestro colchón sea el hogar de una plaga, por lo que la limpieza es esencial.

Además, pueden ser el inicio de infecciones secundarias o que se propaguen a otras áreas. Si tienes chinches o crees tenerlas en tu colchón te recomendamos un cambio por completo de este por otro nuevo.

Estrés

Provocado en parte por la disminución de la calidad del sueño. El estrés es un riesgo común al usar un colchón viejo. La sensación de no poder descansar bien y, en consecuencia, no rendir bien durante el día siguiente nos puede provocar estrés o ansiedad.

El estrés puede venir provocado por distintas causas a la hora de intentar conciliar el sueño, aquí te dejo las más comunes:

  • Falta de comodidad: la falta de comodidad es una de las razones principales por las que un colchón viejo puede generarnos estrés. Estas camas viejas muchas veces carecen de un buen soporte para ofrecer un confort mínimo.
  • Dolor corporal: siguiendo con el punto anterior, este mal soporte y, en consecuencia, mal confort, provoca dolencias en nuestro cuerpo. Como ya hemos comentado anteriormente, la espalda, hombros, cuello y articulaciones son las partes de nuestro cuerpo que más sufren.
  • Dificultad para concentrarse: el no estar a gusto al intentar conciliar el sueño, junto con el estrés que nos puede provocar eso, hace que tengamos una dificultad tremenda para concentrarnos, ya sea durante el día o al intentar dormir. Esto también nos puede provocar insomnio y agrandar el problema.
  • Inquietud durante la noche: siguiendo de nuevo con el punto anterior, el insomnio es un problema serio. No poder dormir unas horas mínimas nos puede provocar una fatiga y cansancio constante, al que si no se le pone solución se podría volver crónica.

Problemas de temperatura

A los colchones antiguos les cuesta más regular la temperatura. Eso puede provocar que tengas mucho calor durante el verano y mucho frío durante el invierno y, por lo tanto, no descanses bien.

La pérdida del aislamiento térmico o falta de transpiración son algunas de las causas de una regulación deficiente de la temperatura de nuestra cama.

Un colchón viejo puede tener un impacto negativo en la calidad de tu sueño, lo que puede tener consecuencias adversas para tu salud física y mental. Reemplazar un colchón desgastado y viejo por uno nuevo y adecuado es una inversión en tu bienestar y puede mejorar significativamente tu calidad de sueño.