Cambio de hora, ayude a sus hijos a dormir

reloj cama

Los cambios de horario pueden ser difíciles de manejar para adultos, y mucho más para los niños. Cuando el horario cambia debido al horario de verano o de invierno, o a un vuelo que cruza zonas horarias, los niños pueden tener problemas para conciliar el sueño o despertarse temprano. Esto puede afectar su rendimiento escolar, su comportamiento y su bienestar general. En este artículo, hablaremos sobre algunos consejos útiles para ayudar a los niños a dormir tras el cambio de horario.

  1. Gradualmente ajusta su horario de sueño

Es importante que los niños se adapten gradualmente al cambio de horario. Si el cambio horario se debe al horario de verano o de invierno, comienza a ajustar su horario de sueño unos días antes. Por ejemplo, si los niños normalmente se acuestan a las 8 pm y se despiertan a las 7 am, comienza a ajustar su horario de sueño 15 minutos antes cada noche durante tres noches antes del cambio horario. De esta manera, su cuerpo se adaptará gradualmente a las nuevas horas de sueño.

  1. Crea un ambiente propicio para dormir

El ambiente en el que los niños duermen es importante para ayudarlos a conciliar el sueño. Asegúrate de que su habitación esté oscura, fresca y tranquila. Puedes utilizar cortinas opacas o una máscara de ojos para bloquear la luz, y ajustar el termostato para mantener la habitación fresca. Si los niños se sienten más seguros durmiendo con una luz tenue, utiliza una luz nocturna de baja intensidad.

  1. Establece una rutina de sueño

Los niños necesitan una rutina para prepararse para dormir. La rutina de sueño puede incluir bañarse, leer un libro o contar una historia, y luego acostarse. Asegúrate de que la rutina sea consistente y que se realice a la misma hora cada noche. Esto ayudará a los niños a relajarse y prepararse para dormir.

  1. Limita el uso de pantallas antes de dormir

La exposición a la luz brillante de las pantallas de televisores, teléfonos móviles, tabletas y computadoras puede afectar el reloj interno del cuerpo, lo que dificulta el sueño. Es recomendable limitar el uso de pantallas antes de dormir para ayudar a los niños a conciliar el sueño. La recomendación es evitar el uso de pantallas por lo menos una hora antes de dormir.

  1. Evita la cafeína y los alimentos pesados

Es importante evitar los alimentos y bebidas que puedan afectar el sueño de los niños, como la cafeína, los alimentos pesados o las bebidas azucaradas. La cafeína se encuentra en muchas bebidas, como el café, el té, las bebidas energéticas y los refrescos. Es mejor limitar el consumo de estos productos a la hora del desayuno o al mediodía.

  1. Haz ejercicio durante el día

El ejercicio puede ayudar a los niños a dormir mejor durante la noche. Al hacer ejercicio, el cuerpo libera endorfinas que pueden ayudar a los niños a relajarse y conciliar el sueño más fácilmente. Sin embargo, es importante recordar que los niños no deben hacer ejercicio justo antes de dormir.

  1. Asegúrate de que estén bien hidratados

La hidratación es importante para la salud y el bienestar en general, pero también puede tener un impacto en el sueño. Asegúrate de que los niños estén bien hidratados durante todo el día, pero evita que beban demasiado líquido antes de dormir, ya que esto puede hacer que se despierten en medio de la noche para ir al baño.

  1. Utiliza técnicas de relajación

Las técnicas de relajación pueden ayudar a los niños a calmarse y prepararse para dormir. Puedes probar con ejercicios de respiración profunda, meditación o yoga suave antes de dormir. Incluso puedes usar música relajante o sonidos de la naturaleza para ayudar a crear un ambiente tranquilo y relajante en su habitación.

  1. Habla con tus hijos sobre la importancia del sueño

Hablar con los niños sobre la importancia del sueño y cómo puede afectar su salud y bienestar puede ayudarles a entender por qué es importante dormir bien. Asegúrate de que los niños sepan que necesitan dormir lo suficiente para sentirse bien y rendir en la escuela y en sus actividades diarias.

  1. Sé paciente

Ajustarse a un nuevo horario de sueño puede llevar tiempo, especialmente para los niños. Sé paciente y comprensivo si los niños tienen dificultades para conciliar el sueño o para despertarse temprano. Continúa con una rutina consistente y utiliza técnicas de relajación para ayudar a los niños a dormir mejor.

En resumen, ayudar a los niños a dormir después de un cambio de horario puede ser un desafío, pero hay muchas cosas que puedes hacer para facilitar el proceso. Ajusta gradualmente su horario de sueño, crea un ambiente propicio para dormir, establece una rutina de sueño, limita el uso de pantallas antes de dormir, evita la cafeína y los alimentos pesados, haz ejercicio durante el día, asegúrate de que estén bien hidratados, utiliza técnicas de relajación, habla con tus hijos sobre la importancia del sueño y sé paciente. Con el tiempo, los niños se adaptarán al nuevo horario de sueño y podrán dormir mejor y sentirse más descansados.