Los protectores de colchón pueden parecer simplemente una sábana bajera, pero son mucho más que eso. Un protector de colchón se coloca sobre el colchón de la misma forma que una sábana bajera, pero también es una barrera duradera con una base impermeable. Protegen el colchón de las salpicaduras, los ácaros del polvo, la humedad y otras bacterias. Usar un protector de colchón ayuda a que tu colchón dure más.
Los protectores de colchón tienen aproximadamente las mismas dimensiones que los colchones estándar. Sin embargo, es importante medir el colchón y asegurarse de que el protector es lo bastante grueso para cubrirlo por completo. Un protector demasiado pequeño desgastará el colchón y no lo protegerá correctamente.
Aunque técnicamente se puede utilizar un colchón sin protector, siempre recomendamos utilizar un protector de colchón sobre la cama. Esto reduce el riesgo de manchas, daños por agua y el desgaste general del colchón, por lo que puede ayudar a que su colchón dure más tiempo.
Además, muchos fabricantes de colchones exigen el uso de un protector en todo momento para mantener intacta la garantía. Si se anula la garantía, tendrás que asumir la reparación de los defectos y otros desgastes del colchón. Veamos qué hay que tener en cuenta para elegir las medidas adecuadas para las fundas de colchón.
La profundidad es importante si tiene un colchón más grande o más pequeño de lo normal. Esto se debe a que la ropa de cama estándar se cose para adaptarse a una profundidad de colchón estándar. No obstante, hay algunos colchones en los que la cosa se complica más a la hora de medir la precisión. Se trata de aquellos en los que se cose una costura en los bordes superior e inferior. En este caso, si medimos la parte inferior del colchón hasta la costura superior, obtendremos una medida errónea. Lo que hay que hacer es colocar un pequeño trozo de madera encima de la cama y luego usar una cinta métrica para medir la distancia entre la parte inferior del colchón y la parte inferior del trozo de madera.
Cuando se trata de fundas de colchón, nunca conviene que estas queden apretadas. De ser así, será muy difícil poner y quitar la funda del colchón. Cuanto más difícil sea la tarea, menos probable es que se realice. Y es necesario realizar esta tarea una o dos veces al año para lavar la funda.
Además, las costuras y las cremalleras están muy apretadas. Eso tampoco es bueno. Sin tensar y lavada correctamente, una funda de colchón antiácaros debería durar años. La tensión en las costuras y las cremalleras acorta la vida.